martes, enero 22, 2008

El día a día

No habéis notado en ocasiones como el tiempo, aquello que define los días, se vuelve extrañamente denso, aletargado, inconscientemente nos defrauda, nos vuelve torpes a nuestra mirada, como un espejo del alma, un reflejo falso y mentiroso. No sabría explicar mejor esta sensación, supongo que busco demasiado, y espero tanto, que acorralo mi ser. Nunca en este blog he hablado de mi más que someramente cuando contamos el trabajo que vamos realizando y ciertamente ese es nuestro principal aliciente... pero el problema es que llevar adelante cada cortometraje supone un gran esfuerzo, no solo por el simple y llano hecho de su producción, sino por que nuestra vida está ocupada por trabajos, por los cuales uno cobra, y puede gracias a ellos hacer lo que a uno le gusta, lo que uno desea... sin embargo, cuando en algunas épocas, este trabajo se une a otros, y te ves inmerso en un proyecto, o en dos, y además debes ser capaz de sacar el curro de cada día; cuando llega la noche, las cinco o seis horas que estás en la cama, aún sigues intentando sacar provecho de ese tiempo que sientes desperdiciado para que al levantarte puedas ser capaz de en apenas veinte minutos, poder terminar el cartel del corto, o rellenar los impresos para enviarlo a los distintos festivales, o seguir editando o preparando el siguiente proyecto, y luego ir a trabajar, con una sonrisa, para que nadie se sienta ofendido y no piensen que estás demasiado cansado para ese puesto de trabajo que te da de comer pero que no alimenta tu alma. Es demasiado raro, no puedo decir que sea saludable, pero contar historias, escribir novelas (que también lo hago) o llevar a cabo cada uno de los cortos, me llena de vida y esperanza, y crece una sensación de felicidad que no quiero que desaparezca aunque en algunos momentos llore por no poderla sentir más conmigo. Me gustaría, y espero no haberos aburrido con estos, mis pensamientos, poderos ir trayendo más cosas, más historias, más proyectos... Espero, y así será si todo va bien, que en la próxima entrada pueda traeros más información de "Sombras de ciudad" y de otros pequeños trabajos y colaboradores a los que conozco. Con mis mejores intenciones... David Eating

2 comentarios:

  1. Mi buen David... Es curiosa la vida... cuando uno esta en una ataque frenético de actividades se acuesta y siente que hace de todo menos lo que le gusta... y cuando uno no tiene nada que hacer, también se queja de que no encuentra la actividad que lo retroalimente... por suerte tu si encuentras esa actividad y la retroalimentacion es cojonuda, amén de que lo haces bien y lo sabes. Un saludo mi buen David, un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Solo el ver tu perseverancia y dedicacion es admirable, y aunque a veces tenemos que emplear nuestro tiempo a cosas que no nos gustan, siempre se encuentra el espacio para lo que necesitamos y eso tiene su recompensa y seguro consigues lo que quieres. Un abrazo

    ResponderEliminar