Decidiendo que mi primer reto "Sombras" no había salido tan mal me propuse buscar alguna que otra colaboración y preparar el siguiente cortometraje. El Reflejo era una idea sencilla, tan solo necesitamos un lugar donde pudieramos jugar libremente con el reflejo y las luces. Lo curioso fue cuando averigué que para conseguir un clima en penumbra necesitaba más de dos mil watios de iluminación, aunque fue algo "fácil" de conseguir. Volví a contar co Antonio Valverde y conocí a otro actor, y también escritor, Jorge Cabrerizo. Fué fantástico trabajar con los dos. Pero no fue la única persona que conocí aquel día de rodaje. Conocí al genial Miguel Mesas, un técnico increible, que además de entenderme, conseguía poner en practica multitud de ideas baratas... porque si, esta vez volvimos a contar con un presupuesto de risa. Ninguno.
Sin embargo en esta ocasión, el guión lo preparé a aquello que teniamos y consegui una idea sencilla pero que al público llamó la atención. Mejoramos mucho con respecto al anterior cortometraje y vimos que teníamos muchas posibilidades de hacer obras de mayor embergadura.
Gracias a todos por todo.
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